TUMBADO
POR EL MURO, SALVADO POR LA CAMPANA
Galilea
es la gran cita anual del duatlón riojano y donde se deciden sus campeones
regionales. Para mi una más en el calendario, aunque como es obvio con la
ilusión por estar entre los mejores.
Este año se ha modificado el
recorrido, volviendo a su trazado de ediciones anteriores que incluye el
terrible muro de la Villa (800mts al 13%). Esto unido a los 5km de subida
anteriores hasta llegar ahí, desequilibra este duatlón más si cabe en favor de
los especialistas en bici, algo que me parece injusto. Más aun tratándose de un
Campeonato de La Rioja. Creo que debería buscarse un recorrido más ponderado.
Hecho este apunte, tocaba afilar las
armas y salir al ruedo con lo que teníamos. El martes había hecho 4 series de
1500mts a 3’10”/km. Tiempos personales de record que me animaban a arriesgar en
el primer sector aunque quizá me presentaba en la salida algo pasado de
intensidad esta semana…
¡Bummm! Bocinazo de salida y me
pongo a tirar a un ritmo no especialmente fuerte pero constante. Si quería
descubrir debilidades había que intentarlo desde el primer momento.
El fuerte viento ralentizó un poco
las intenciones, no quería forzar más de la cuenta y pagarlo después. Me relevó
en el segundo kilómetro Juan Carlos Tomás (Rioja Triatlón) seguido por un grupo
grande de unas 10unidades.
Con el aire a favor pasé de nuevo a
tirar y ya fue cayendo más gente hasta quedarnos sólos en cabeza junto a Monagas
y Eder Rodríguez. Al girar seguí dándole pero mis acompañantes se estaban
aprovechando un poco así que decidí frenar y Emilio dio continuidad al ritmo.
Eder en su estilo de espectador incomodo pero no había forma de descabezarle…
En esta situación de empate llegamos
a la transición pero con escasos segundos de diferencia respecto a una hilera
de duatletas. Entré primero en vista de evitar lo sucedido en Logroño pero
volvió a ocurrir…aunque esta vez más por demérito mío fue un ultrafugaz cambio
de zapatillas de Monagas. Salió con 2-3segundos de ventaja suficientes para no
poder jugarle un partido perdido de antemano. Eder y yo comenzamos el sector
ciclista a coro y le animé para que nos fueramos relevando.
Sinceramente yo ponía un poco más de
intención pero no me importaba. El lider se alejaba pero las diferencias con el
resto iban creciendo poco a poco. Las subidas a ritmo, con mis limitaciones
actuales siguen siendo un terreno que me gusta y confiaba en que Eder se
estuviera desgastando. En el molino de Ocón tomé referencias. 1’10” perdidos
respecto al primero y 50” de diferencia respecto a nuestros perseguidores a
excepción de la bala blanca del Niktri. Llegaba Eneko Garcia dándonos caza a
los pies del muro de la Villa.
Le animé a tirar para adelante, con
lo que quedaba lo tenía todo a su favor para ser segundo. Comienza a subir a su
velocidad el muro que para mi ahora es extraterrestre, pero para mi sorpresa
Eder sufre y aguanta muy cerca de Eneko.
Este hombre me vuelve a dejar con cara de idiota y van…
Me caen mil segundos por metro
cuadrado…y arriba Eneko y Eder están prácticamente juntos. Sólo ante el
peligro, ante la bajada y ante la posibilidad de perder un Campeonato de La
Rioja que parecía asegurado…
Decidí regular, la diferencia
respecto a mis perseguidores, aunque unidos, era de casi un minuto. Me olvidé
de la machada que podía suponer darles caza de nuevo y me centré en lo
prioritario hoy, ganar el campeonato .La situación invitaba a ser cautos, sin
perder los nervios. Me reservé un saco de fuerzas en vista de un desenlace
dramático de la prueba, que si detrás se organizaban era bastante posible.
Con pausa iban cayendo los
kilómetros del descenso hacia Galilea. El viento frenaba bastante pero no había
que obsesionarse. Antes de llegar a El Redal (4km antes de la transición) en
una ojeada hacia atrás de 35segundos no ví a nadie lo cual me tranquilizó un
poco más. En el repecho de Corera, sin embargo empecé a intuir cercano a un
grupo de tres duatletas entre los que se destacaba un Rioja Triatlón…¡Venga
macho, que te pillan!
Llegué a la transición y Eneko había
salido hace un rato con una leve ventaja sobre Eder, suponía enjugable por
parte del vizcaino. Me sacaban mas de un
minuto y resultaban inalcanzables. Por mi parte salí con 20” sobre mis perseguidores
riojanos y con la seguridad de llegar con entereza al último tramo de carrera.
Tras las pequeñas dudas iniciales rápidamente la diferencia creció hasta los
30”. Viendo que la cosa no se escapaba
pude llegar a meta a un ritmo cómodo.
Detrás llegaron enseguida Tomás y
mis compañero Víctor que cerró el pódium, seguido de Borja, Rafa Farfán, Álvaro
Villar y también se portó nuestro triplete de chicas con Ainoa, Valva y Julie…Ganamos
todos los títulos regionales
individuales y colectivos ¡de 9el equipo! Nos faltó la guinda de meter a
alguien el pódium individual de la prueba, así que ya tenemos deberes para el
próximo año.
Una buena jornada en Galilea y la
alegría de tener a un gran amigo como Eneko en el pódium. El año que viene si
nada lo impide volveremos para superarnos y seguir pasarlo bien con nuestro
deporte y su ambiente. Próxima parada…el sábado 30 en Burgos.