¿VALENTIA O TONTERÍA?
El
sábado era una fecha importante. Competía
por primera vez en un duatlón en La Rioja, concretamente en la capital de
la Comunidad. Por aquí hay muchos que no estilan lo de salir a competir fuera
de la región y al haber solo dos duatlones en suelo riojano en todo el año el
evento resultaba aun más especial.
Me
encuentro bastante gente conocida, lo que tiene estar corriendo en la ciudad
donde vivo…aunque tanto salir fuera hay quién se piensa que me he mudado jeje.
Los favoritos
de la prueba se dividían en dos bandos: Por un lado Emilio Monagas (vigente campeón) y
Felipe Santamaría (ganador de la copa de Cantabria de triatlon2013), los
ciclistas y en el lado atleta el vizcaino Eder Rodríguez, ganador algún año de
esta prueba ,los navarros Peio López y Ángel Castillejo o el soriano Álvaro
Sanz capaces todos ellos de bajar de 1h14 en media maratón que es mucho decir…o quizá el joven Deniss Álvarez, vigente campeón del circuito vasco de triatlón sub23
podría jugar sus bazas.
El
circuito donde se desarrollaría la carrera era llano, con 2 vueltas de 2.45km,
no así el de bicicleta, modificado este año con 21km salpicados de toboganes y duros repechos de hasta el
19%, lo que a priori otorgaba cierta
ventaja en esta prueba a Monagas y Santamaría.
Se
da la salida…a buena velocidad como siempre pero me parece hasta cómoda
comparada con otras latitudes. Tras la desbandada inicial las cosas se van
asentando y a pesar de no ser un gran atleta me colocó 5º al paso por el primer
kilómetro, en constante escalada de posiciones. Peio López ha tomado unos
metros respecto al grupo de salida, pero progresivamente se los vamos
enjugando…
El ritmo de Peio López realizó la primera criba del Duatlón de
Logroño
Al
finalizar la primera vuelta Peio es neutralizado y eso unido al fuerte viento
de cara que sopla produce un conato de parón en el grupo. Decido ¡por primera vez en mi vida!, pasar a la
acción y ponerme a liderar un duatlón.
No podía
permitir que el ritmo decayera,
eso sería entregarle las llaves, el mando y la contraseña de la victoria a los
ciclistas más fuertes. Durante casi toda la segunda vuelta llevo el mando de la
prueba hasta que finalmente Sanz me da el relevo. Miro atrás y quedamos solo 7duatletas, consiguiendo
eliminar a Santamaría.
Llegamos
a la transición y objetivo no liarla demasiado. Por cierto me ha gustado mucho
como estaba montada, con tres filas y punto. En otros sitios parece que hay que
buscar la bici con brújula y GPS…Solvento la papeleta más o menos bien,
algunos segundillos más lenta que los otros pero nada dramático. A los
500metros estamos los siete agrupados, pero menuda la que nos queda por
delante…
Aun temo las
transiciones, pero parece que poco a poco las voy aprendiendo a controlar
Me
da la sensación que la sola presencia de
Monagas, está haciendo a la gente abstenerse de pasar al relevo. El año
pasado en este duatlón, tuvo lugar un suceso lamentable cuando este deportista
que fue hace no mucho segundo en la Quebrantahuesos (evento
multitudinario comparable en atletismo a la San Silvestre Vallecana) se fue por
delante sin ni siquiera atacar. Nadie se quiso poner a su rueda cuando dio un
relevo ¡Increible! ¿Y si tenía un día malo?
Con
semejantes datos os podréis hacer una idea del potencial de este competidor y estaba
cantado que el mencionado iba a lanzar los cuchillos en el primer repecho que
encontrara. Por si acaso voy cargando los platos para hacerle frente y en
efecto no me pilla desprevenido…¡PUM!
¡Un arreón descomunal!
Es
una batalla perdida, como un Eibar B-Real Madrid, pero me agarro instantáneamente a su rueda. No ceja, pasan unos segundos
eternos y me lleva al límite, más me resisto a ceder y parece que voy a ser
capaz de llegar hasta arriba con él. Cuando quedan apenas 200metros me giro y
no veo a nadie detrás, se gira él y sólo me ve a mí con gesto agonizante… sube la
velocidad2km/h mas, los justos para sentenciarme.
Con
la tontería tenía 15segundos de margen sobre el grupo, pero decido dejarme coger, convencido como
estaba que relevando todos en el ahora sexteto podríamos alcanzar o al menos
limitar la pérdida de tiempo con el líder.
Llegan
los primeros repechos pero al contrario de lo que había pensado la gente de escaquea de forma dantesca.
Sólo Ángel Castillejo pasa con generosidad y parecen pensar más en el pódium que
en la caza del primero. A pesar de todo, decido
seguir luchando confiado en que colaboraran cuando llegara un terreno mas
favorable.
Cuando
vamos a afrontar el tercer y mas duro
repecho llega un obus…¡Ostias!¡Felipe Santamaría!, ensimismado como
estaba en la caza me había olvidado completamente de este participante. Podría haber sido un buen aliado para
avanzar hacia la cabeza pero la remada que llevaba me pasó factura en el repecho y más
injustamente aun a Castillejo que perdía por momentos contacto. Felipe
Santamaría se iba solo como 2º.
Hago
un último intento en el último repecho duro antes de llegar a la carretera
favorable. Me acerco a Felipe pero
me quedo a 5segundos, sin lograr pillarle la rueda. En tierra de nadie otra vez…
En
la carretera mi optimismo por naturaleza (o tontería) me hace creer que ahora
que estamos en carretera favorable por fín entrarán todos a relevar, máxime
cuando vemos al fondo a Monagas como a 1’30” con 8km de terreno llano por
delante. Pero nada más lejos de la realidad siguen con la idea de antes,
escaqueo, escaqueo y mentalidades conformistas
de buscar sólo un puesto en el cajón.
Llegamos
a boxes y estoy deshauciado,
consciente de que el desgaste me va a pasar factura cuando otros han viajado en
preferente. Salgo bastante rápido de
boxes, yendo el 4º pero con el tercero ya lejos. Hago un primer kilómetro manteniéndome
más o menos pero ya veo que no va a ser
posible el pódium y mi ritmo se derrumba, no encuentro motivaciones para
seguir luchando por ser 5º o 6º y entro 7º clasificado a meta, último de este
grupo.
No
quiero que nadie se lo tome como algo personal, pero pensé que habiendo posibilidades los participantes mostrarían más ambición,
intentando agotar las opciones de triunfo. Para próximas competiciones ya
he tomado nota de la manera de desenvolverse en carrera de algunos participantes
y si volvemos a encontrarnos en el mismo grupo llevaré a cabo otra estrategia.
Al margen de esto, creo haber cometido un error grave que espero subsanar en la
próxima cita riojana. No paro de meter
la gamba este año de novatada en los duatlones, pero, por suerte, no suelo
repetir errores…
Un triunfo muy
merecido ¡Chapeau!
No
pude quedarme al pódium porque tenía que salir pitando para el País Vasco a
casa de un familiar, donde me hospedaría cara al duatlón de Amorebieta de la
mañana siguiente. Mi enhorabuena a Emilio Monagas por el triunfo, dio una exhibición
sobre dos ruedas y atacó en el momento preciso. Corre muy bien y remata en la
carretera, luego será muy difícil que alguien le pueda desbancar como campeón
de La Rioja el próximo mes.
Lo
de Amorebieta os lo cuento en el próximo Duecoatleta, las medicinas mejor en
dosis pequeñas…