ROMPESUELAS…¿ROMPECONCIENCIAS?
Si queremos conocer detalles del homo
erectus, predecesor del ser humano, lo suyo es desplazarse a la sierra
burgalesa de Atapuerca, lugar donde se encuentran los yacimientos arqueológicos
más ricos de la Península ibérica. Sin embargo, habrá quién a eso no le valga y
busque conocer más. Quizá le gustaría ver como se comportaban en directo
nuestros homínidos ancestros sin necesidad de representaciones ni centros de
interpretación. Sin tonterías, al natural.
Por
increíble que parezca, eso es posible hoy, en el año 2015. Y curiosamente no
muy lejos de allí: en Tordesillas,
todos los meses de septiembre una selección de homínidos de la España de la
guadaña, de asombroso parecido al citado erectus
se citan en esta localidad para dar cumplimiento a una tradición denominada como el Torneo
de la Vega. Esto sería hasta gracioso y curioso de ver de no ser porque un
inocente animal que nada ha hecho a nadie es alanceado salvajemente, no
deteniéndose los homínidos en su agresión hasta aniquilarlo. Nada cuanto se les
diga les va a hacer cambiar sobre su acción. Ellos van a cumplir la tradición. Asesinar entre cientos de
lanceros a un indefenso toro es la tradición. Si fusilar a 50personas cada
amanecer fuese la tradición no les quepa duda de que lo harían, es la tradición
y no hay nada que discutir.
El homo erectus ‘on fire’, con un malogrado perjudicado
De
estos macabros hechos, tomo conciencia el mismísimo Francisco Franco, preocupado porque en el exterior pudieran asociar
la “marca España” con la acción de
estos homínidos de varios millones de años de retraso prohibió el festejo.
Los
homínidos rabiaron y montaron el cólera de que les quitaran su acto. Ya no
tenían a su inocente presa anual con la que desfogar su ira y vacios. Quizá su
destino final sería enfocar su agresividad matándose entre ellos. Así las
cosas, en vista del cabreo monumental que tenían, unos años después las
autoridades les devolvieron su acto anual de septiembre y con ello el injusto
ensañamiento anual que padecieron los toros Elegido,
Vulcano,Volante, Platanito…y que hoy le ha tocado sufrir a Rompesuelas.
La lucha del
PACMA,
ayudada en los últimos años por las redes sociales y múltiples asociaciones ha
ayudado a difundir nacional e internacionalmente la atrocidad que se sigue
cometiendo año tras año. La situación ha llegado a un punto que incluso las
televisiones y radios de más audiencia informan puntualmente y en directo de
los horrores que allí acontecen.
Para contentar y
entretener a los homínidos
una legión de cantantes y actores se han ofrecido a actuar gratis en un
festival de nuevo cuño bautizado como Rock in Vega que desarrollaría en
Tordesillas como alternativa al fín del torneo. Pese a los cuantiosos
beneficios económicos que produciría en la villa tal acontecimiento los homínidos
se han negado. Ellos quieren su tradición. Seguir matando en nombre de la
tradición.
Los
homínidos no atienden a razón y uno se gira
hacia los políticos, suponiendo que los garantes del orden constitucional y
de la dignidad de un ser vivo pondrían fin a esta funesta carnicería. Quizá sino
en nombre de este fundamental derecho, lo harían, como hizo en su día el
fallecido dictador en aras de salvaguardar la “marca España”, tan de moda ahora
esta expresión.
Pero
no…sorprendentemente no es así. Según el consistorio de Tordesillas el Gobierno
debe prohibirlo y según el Gobierno el ayuntamiento es libre para hacer lo que
quiera en nombre de la tradición y como antes he referido tenéis suerte de que
esa tradición no pegaros un par de tiros a los visitantes que venís por allí. Y
en ese galimatías seguimos ahora, en 2015. Quizá
nuestros políticos tengan otras
prioridades, si…como si un ayuntamiento pone o no pone tal bandera o cambiar
el nombre a no se que calle o aeropuerto. La dignidad de un ser vivo sigue
siendo algo secundario para ellos y el
fin de esta sanguinaria celebración no lo van a decretar por las buenas.
Las reacciones homínidas son escalofriantes…pese a ello hay
valientes que tratan de frenarlos aun a riesgo de sufrir las consecuncias
Su
final como tantas veces ha sucedido a lo largo de la historia va a depender de la
presión de la sociedad: de los valientes que se acercaron a pedir el indulto de
Rompesuelas e intentar paralizar su
asesinato, de los que hacen fuerza a través de las redes sociales y de los
medios de comunicación. El final, lo conocemos todos. Esos mismos políticos que
hoy miran por otro lado se colgaran la medalla de su abolición en el futuro
pero no importará que eso pase. Todo con tal de esta macabra historia se cierre
y el Toro de la Vega sea un anónimo y tranquilo astado de la dehesa castellana.
Mientras tanto, cada uno en la medida de sus posibilidades tenemos que seguir
luchando. ¡ANIMO VALIENTES, LO VAMOS A
CONSEGUIR! NO AL TORO DE LA VEGA