TAN CERCA Y TAN LEJOS
Dicen que las victorias se juegan en los pequeños detalles. El segundo que
muchas veces separa al primero y al segundo puede estar en una hora más de
sueño, en un desayuno mejor digerido o incluso en mirar el reloj. Todo cuenta. Cada
segundo cuenta.
Ayer acudí a Getxo, una localidad con un sorprendente parecido a
Montecarlo. La jet vasca y sus
jerifaltes tienen su residencia ahí y eso se nota. La arboleda y las calles
están espectacularmente cuidadas. Si uno hace la vista gorda a los letreros
rotulados en castellano y euskera creería encontrarse en otras latitudes.
La belle Getxo
El circuito ratonero donde se disputaba la carrera tenía un asombroso
parecido con el afamado Gran Premio de Formula1 del principado monegasco.
Estrechamientos, varias curvas de 180 grados y constantes cambios de ritmo. La
única diferencia es que no tenía tuneles, pero lo sustituía por violentas
cuestas, que para eso son vascos ¡ostia! Se totalizaba un desnivel de 110metros para 5.5km de recorrido.
Bajando uno de los toboganes, en una edición anterior
En la salida me encuentro con mi
amigo Ander Agirrebeitia, que le
pilla la carrera al lado de casa ¡que suerte la de algunos! Tiene como objetivo
principal los triatlones, pero pruebas como esta y el inminente comienzo de la
temporada de duatlones le vendrán genial para coger el ritmo. Le aconsejo que
no se cebe en la salida, porque conozco su temperamento y lo puede pagar muy
caro…
¡Consejos
vendo y para mi no tengo!jaja.El caso es que al darse el pistoletazo de
salida olvido todo (consejos, cerebroy lógica) colocándome por primera vez en
el grupo de cabeza. Llevo un puntito de ahogamiento pero pienso que al ser una
carrera corta es normal.
A lo largo de esa primera vuelta voy
palpando que ese ritmo no es precisamente “normal”.Miro el reloj…A ¡3’00”el km!¡Y somos ocho en cabeza!
Estoy sufriendo lo indecible pero había dicho que a por el top5 había que ir.
Estúpidamente sigo obcecado en aguantar la infernal marcha estipulada…no puedo
ser el primero en caer…y poco después tres de los atletas petan
escándalosamente. ¿Salía para mi el arco iris?
La
alegría sólo me duro unos metros. Empiezo a notar que llevo el pie muy
suelto…¡joder! ¡¡la zapatilla!!Ayer
llevaba en competición por primera vez unas nuevas pantuflas de correr y al
parecer no les hice el nudo suficiente. Los cordones completamente sueltos pululaban a sus anchas y me hacían
perder bastante estabilidad. En la bajada de la segunda vuelta decido
descolgarme del grupo de los primeros antes de que me acaben de reventar del
todo.
La situación es incómoda,
comienzo a desear con ahinco que llegue la meta. Estoy viviendo una situación
dura para el coco.Noto como mi ritmo se ralentiza, y algunos atletas que iban
detrás me van superando. Y esa zapatilla cada vez mas suelta ¿aguantará hasta meta?
Al inicio de la cuarta vuelta
consigo frenar la sangría de puestos adosándome al 7ºclasificado, un joven
triatleta del Zorroza. El esfuerzo es titánico y la preocupación doble.Ritmo y
zapatilla. Zapatilla y ritmo…No se ni donde me salen las fuerzas para resistir.
Quizá del espectacular pasillo que forma el público guechotarra que nos lleva
en volandas… consigo aguantarle el ritmo a duras penas hasta el final…pero no
tengo respuesta para el duro sprint que me lanza a 200metros de meta. ¡Octavo!
Se acabó el sufrimiento, menos mal.
Miro el reloj para consultar los
datos. Me figuro que serán paupérrimos con los errores en los que he incurrido
pero no…18’38” que son 3’23” el km.
Ohman Bougader,1ºen meta me ha sacado 1’09”. Me embargan sentimientos encontrados. Por un
lado contento por haber marcado un registro notable en unas condiciones
díficiles. Por otro frustración por desperdiciar la oportunidad de haber roto
dos barreras psicológicas: bajar de 3’20”el km y ceder menos de un
minuto con el primer clasificado. Objetivos que habrá que posponer para
próximos eventos.
Un
error gordo que he cometido ha venido por
fiarme de la estadística.
Antes de participar en este Cross de Itxartu, consulté las clasificaciones del
año anterior. Mi objetivo era el top5,
y teóricamente me valía con bajar de 19minutos si el nivel fuera parecido en
esta ocasión.En unas condiciones ambientales muy similares a las de este año,
el 5ºclasificado empleó 19’11” y el tiempo de hoy aun con todo, me habría
valido para ser segundo en meta.
La
participación de hoy,
sin embargo ha sido de una calidad muy
superior al 2014, con muy destacados fondistas de Bilbao y alrededores.
Este hecho me ha despistado y de salida he adoptado una velocidad sensiblemente
superior a la que debía, haciéndome vivir una auténtica “tragedia griega” después.
187 pulsaciones medias y un máximo de 200 que jamás pensé volver a ver hablan
claro de la agonía sufrida.
En la meta me encuentro con Ander.
¡He aquí un tío listo! Contemporizando el ritmo
ha sido capaz de completar el recorrido en 19’48” (3’36”km). Toda una
proeza para alguien que hace 6 meses sufría para bajar de 45minutos en un
10000. Increíble lo que la constancia y
el trabajo diario pueden hacer. ¡A seguir en esa línea!A este paso me
despeña en cualquier momento.
Por suerte no habrá mucho tiempo
para lamentarse. El sábado correré en Lodosa (Navarra) donde espero poder
aplicar algo de lo aprendido. No habrá objetivos, sólo correr y a ver que pasa.