LATIENDO INTENSAMENTE
Aldeanueva
de Ebro es una de localidades riojanas donde el atletismo se encuentra mas
arraigado y eso lo llevan hasta las últimas consecuencias. Tanto es así que en
sus fiestas patronales organizan dos tipos de encierros: Uno de reses bravas y
otro para atletas. Esto segundo me gusta más…no sufre ningún animal y sólo
nosotros , sin que nadie nos coaccione nos disponemos a echar los hígados, los
alientos y todo cuanto tenemos dentro. Es lo que sutilmente han llamado la
Carrera del Encierro.
Esta prueba por su recorrido
(1.800mts) y sus contendientes tenía pinta de desarrollarse a una velocidad
endiablada. Estaba un poco perdido en el tema ya que desde que retomé esto del
correr jamás había participado en una distancia tan corta. ¿Qué se supone que
hay que hacer?
No tarde en tener una respuesta a mi
pregunta. ¡Salieron como balas! En especial los dos primeros cogieron enseguida
tierra de por medio. Por detrás montamos un grupo perseguidor entre el 3º y 10º
que iba muy muy estirado. Notaba las fuerzas ya justitas pero había que darlo todo
de principio a fin. De eso se tratan estas pruebas ¿no?
Para cuando me quise dar cuenta ya
llevábamos 900mts. Todo transcurría a una velocidad vertiginosa. También mi
batería corporal, como si fuera la de un dispositivo móvil maltratado, bajaba
más rápido de lo acostumbrado. La paz en el “pelotón” también parecía romperse
puesto que los experimentados Torreiro y Bravo, parecían decididos a ir en
busca de los mejores.
Los últimos 400mts eran en ligero
descenso y ahí se iba a decidir el pódium…La gente empezaba a alargar
extremidades…¡Ufff! Un quiero y no puedo en su máxima expresión. No sólo no
podía imitar eso sino que parecía que el motor se me estaba parando. Notaba con
impotencia como hacía de alfombra para toda la fauna atlética del lugar, que me
pisaba sin contemplaciones
Al final yací exhausto en la plaza
de toros de Aldeanueva, corneado por todos los miembros del grupo perseguidor y
10º en la clasificación, que al menos queda más bonito que el 11. Hay que dar
gracias a que el organizador no puso 50metros más en el recorrido sino
seguramente el puesto hubiera degenerado en el 15º, el 17º...¡Que se yo!
Por
suerte, pese a estas sensaciones apocalípticas hay espacio para el optimismo. Y
es que no pude sino tener cierta alegría por el tiempo: 5’37” a 3’07”/km. Quizá
este otoño además de llegar las lluvias, también lo hagan las buenas nuevas
deportivas. Informaremos…