lunes, 7 de septiembre de 2015

07-13SEPTIEMBRE 2015


BORRACHERA Y RESACA

            Me estaban empezando a entrar sudores fríos ante la carrera de Agoncillo del viernes. Poco más de 3km era todo lo que teníamos que recorrer, con lo que ello implica. No me enfrentaba a distancias tan cortas desde mis tiempos del instituto y temía gripar mi poco rodado motor. Pese a ello tuve la ocurrencia de recorrer en bicicleta los 17km que separan mi casa de la villa avionera a modo de calentamiento. Vaya por delante mi agradecimiento a la organización por custodiarme la bicicleta y equipamiento ciclista mientras duro la competición.

            En la salida no me equivoqué y estaba el mencionado Ifraj, la gran promesa del atletismo riojano que, según los entendidos tiene madera para llegar a participar en unas Olimpiadas. De momento camino lleva. Con sólo 17 años ha sido capaz de correr 3.000mts en 8’24”, registro que le ha llevado a representar a España en el Mundial de China.
            Era la primera vez que coincidía con el en una competición y la verdad que impresiona. Tiene una planta talluda de atleta, finísimo y no menos sus acompañantes del equipo Rioja Añares, también de origen magrebí con una figura casi que preconcebida para este deporte.

Tras darse la salida algunos participantes, que tenían toda la pinta de ser del pueblo, prolongaron su calentamiento, liderando la prueba en sus primeros metros al tiempo que se marcaban una serie en toda regla. Lo cierto es que nos vinieron bien como lanzadores, especialmente a Ifraj que no les dejó disfrutar de demasiado protagonismo y transcurrido el primer minuto tomó el mando de las operaciones, apartando rápidamente a los valientes.

            Tuve la osadía de ponerme a “liderar la oposición”, tratando de contener el ritmo de sus extremidades de alambre. Sin pegarme a el para no morir en el intento me mantenía a unos 3-4segundos en este primer kilómetro…sufriendo ya lo indecible. Ifraj miraba para atrás insistentemente, quizá inquieto porque la diferencia realmente no era mucha y yo era un rival desconocido…
Dandolo todo con el castillo de Agoncillo como testigo (Fuente: Jandri Ágreda)

            La distancia era pequeña pero la suerte estaba echada: no tenía ninguna opción de triunfo.En el ecuador Ifraj metió la sexta y comencé a mirar atrás en aras de asegurar la segunda posición. Sorprendido vi que había un boquete importante respecto al resto de perseguidores. No tenía mucha energía dentro pero el verme en semejante situación me dio “alas” y en unas cotas de sufrimiento inimaginables llegué a rozar las 200pulsaciones para defender mi puesto. Cansado pero muy feliz comprobé vía Google Maps que había recorrido 3.2km a un ritmo de 3’13”/km rompiendo mis previsiones más optimistas.

            Espoleado por semejantes registros, pensé que meterse en el pódium de la Ruta Jacobea del Ebro del domingo era cosa factible pese a correr poco más de 24horas mas tarde. Las sensaciones que me daba el cuerpo no eran muy halagüeñas. Pulso elevado, las piernas algo pesadas…pero a pesar de ello tenía fe en que el cuerpo se diera la vuelta a lo largo de los 12km de la carrera.

            En la salida Miguel Ferrer, no dio opción ni a minutos ni a segundos de gloria y con un ritmo extraordinario dejó claro desde el principio quién iba a ganar la prueba por goleada. Quedaba por dirimir el pódium y como tenía previsto traté de inmiscuirme siguiendo el ritmo del grupo perseguidor que formaban Víctor Sevilla y el arnedano Javier González.

            El cuerpo, mucho más inteligente que yo, no paraba de mandarme señales de que no estaba haciendo lo correcto. Sólo llevábamos 2km y no se escuchaban otros jadeos que los míos, el pulso se estaba desbocando pero ni por esas…¡ahí seguía!
            A los 4km no tuve más remedio que descolgarme y con ello, de decir adiós a toda posibilidad de subirme al cajón en Alfaro. Empezaba ahora una cuenta atrás de supervivencia y es que me quedaban por afrontar dos tercios de carrera completamente agotado y sin ningún tipo de motivación. El veterano Bravo, Conrado Vitores…me iban pasando paulatinamente atletas y sin opción de seguir a ninguno de ellos deseaba que acabara semejante tormento. ¿Qué he hecho para merecer esto?-me preguntaba. El idiota…jeje

            Pese a todo no me arrepiento. Llegué a meta en noveno lugar y parece evidente que de regularme más habría avanzado algunas posiciones. Pero francamente me daba igual hacer quinto que vigésimo una vez no podía ver cumplida mi idea inicial. El pequeño disgusto por no cumplir mi objetivo del domingo lo amortizó la bolsa de productos que recibimos en meta: Un bote de kétchup, Peras de Rincón, salsa mejicana, un paquete de fideos, un pincho de tortilla, champiñones…todo ello en una prueba gratuita hay que recalcar. ¡Impresionante como nos cuidan en Alfaro y Rincón!

            Un fin de semana que confirma que mi estado de forma avanza rápido pero a la recuperación aún le queda lo suyo. ¡A seguir trabajando!

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