22-28FEBRERO 2016

DEMASIADO PAÍS VASCO

Si habláramos en clave motociclista, se puede decir que hasta ahora he participado en pruebas de 125cc y el sábado tocaba medirse con las moto GP de los duatlones vascos. El pequeño problema es que yo seguiría participando con la misma montura…

            Para afrontar mínimamente preparado los astronómicos ritmos de carrera que allí se llevan intenté realizar unas series de 1000 con  Chuchi a ritmo de 3’10”, más rápidas que nunca…dado que era la 1ºvez y la proximidad del duatlón, decidí conformarme con 4 ¡Si es que las conseguía completar! 

            Iba con miedo a perder el ritmo en todo momento. Si quieres mantener esa velocidad no hay margen de error. En ese temor me lance en las dos primeras pasando los 500mts en 1’30” para llegar justito después. ¡Uffff! Y aun quedaban otras dos…menos mal que Jesús es todo un veterano y tomando el mando de las operaciones me guió bastante mejor en las siguiente, marcando 3’10” y 3’08”. Terminé cansado, pero sin el depósito en reserva. Mi compañero de fatigas por su parte tuvo los cojones de marcarse dos series más ¡qué fuerte está!

            Con un buen entrenamiento en la mochila y un bagaje deportivo ascendente nos presentamos en Sopelana. Un día espléndido nos recibió en esta localidad costera situada junto al Gran Bilbao. El sol parecía lucir más fuerte en honor a la concentración de máquinas que allí se presentó. No había riojanos a la vista pero si varios conocidos y entre ellos Iker Velasco me puso en materia sobre unos impresionantes entrenamientos que había realizado en los últimos días. No los cuento porque los míos quedarían en evidencia…

            Cabeza fría me había prometido en la salida. 2vueltas para completar 5,3km de carrera bastante escarpada por delante y como era de esperar Ariznabarreta arranca a 8000rpm y arrastra a los demás. Pasando el primer km a 3’13 aún  con la friolera de 40tíos por delante…¡y era subida!

            Era cuestión de lógica que fueran cayendo, pero la cosa iba a cuentagotas. El circuito era a ratos muy estrecho y había que abrirse paso casi que a cabezazos entre los “petados”. Al pasar por el intermedio veo horrorizado que los a priori mejores ciclistas de la prueba, Osoro y Vallejo me sacan 10” ¿podríamos recortar?

            Seguimos a ritmo constante, tirando del grupo con Iñigo Arregi, vigente campeón del Circuito vasco de duatlón o Iker Plagaro. Buena compañía sin duda pero las diferencias se mantienen inamovibles respecto a los capos. En el último km y ya con el pulso disparado me asalta una pequeña crisis y me refugio al abrigo de estos dos. 197pulsaciones marca el reloj , que sufrimiento…¡y llega la transición!

            Tenía bastante respeto al paso por boxes y aunque no se me dio tan mal como lo previsto, la mayoría me sacó tiempo. Salimos de boxes un grupo muy numeroso que íbamos agrupados en la carrera. Tanta gente iba a ser muy complicada de manejar…

            Era un espectro sobre la bici tras esa carrera a pie a 3'17". Pero no había otra,  había que agitar este excesivo pelotón de 20duatletas. Lo intentan también otros pero nadie rompe y pocos se descuelgan. Por suerte al menos vamos pillando a algunos notables atletas.

            El alto de Barrika situado en mitad del recorrido era el juez del “ahora o nunca”. Iñigo Arregi lanza las hostilidades desde abajo. Otro riñón que pierdo en este duatlón de Sopelana…¡a duras penas le cojo la rueda! Ha seleccionado bastante, después de este alto somos menos de la mitad de los que estábamos, y nos entendemos bien a relevos. El grupo de los favoritos a tiro de piedra ¿sería posible el milagro? 

            En el muro de Larrabasterra todo se esfumó: Arregui y 3 más pegan un estacazo en dirección al grupo de los favoritos. En esas rampas del 18% nos quedamos a medio camino con Plagaro, Bilbao y Jokin Muñoz, todos mejores atletas que yo…vaya papeleta.

            Pura superviviencia el último tramo. Costaba esforzarse…Entre el 15 y el 25 me daba bastante igual entrar. Cómo anécdota en este sector adelanté a Oier Ariznabarreta. Se me hizo tan extraño que le tuve que mirar varias veces a ver si era él o uno que corría con su traje prestado…nadie está libre de tener un mal día.

            Por suerte la semana que viene algo me puede ayudar en este último tramo. Correremos en Munguía buena parte del equipo y cada segundo contará en la clasificación por escuadras. Espero no desentonar…