2014:
EL DEPORTE LLEGA A TODOS
En el 2003, espoleado por las
prestaciones ofrecidas en las pruebas de resistencia escolares, mi profesor de
educación física me invitó a probar suerte en el atletismo. Por aquel entonces
ya participaba en carreras ciclistas, pero sólo en La Rioja, puesto que no nos querían llevar a correr fuera de la
región.
En la práctica sólo teníamos tres
competiciones en un año y eso sabía a poco.
La temporada era mas corta que la liga del Vaticano.
Me aconsejaron acudir a la
AD Loyola (hoy Beronia)
y allí me dirigí, recorriendo en bicicleta los escasos dos kilómetros que
separaban mi casa y sus instalaciones de entrenamiento.
Era una tropa impresionante, puesto que no menos de 40 chavales nos juntamos entonces en ese club. Correr con tanta
gente se hacía entretenido y entre piques y bromas se me hacían muy amenas las
tardes, inclusive cuando de sufrir se de trataba.
No obstante ya desde aquél primer día
me miraban raro. Vale que...con mis 13 años mi aspecto era aun menos agraciado
y una masa de acne juvenil poblaba mi frente como si de un campo de setas se
tratara pero había algo más. ¡Osaba venir a entrenar en bici! Entonces
estaba muy arraigado lo de las bicis son para el verano
Mis compañeros no se lo podían
creer, vaya zumbado el tío este que se cruza la ciudad de noche, con todos los
peligros que entraña ¿Cómo no toma el autobús
urbano y su confortable trayecto
medio de 40minutos? En conclusión me apodaron “Heras”, ciclista de moda en
la época.
También lo de correr por los parques era una rara avis. Nuestras familias se
echaban a temblar cada vez que nos llevaban por allí a las 7 de la tarde.
Clamaban porque tuviéramos mucho cuidado y que no nos separamos puesto que en
el parque a esas horas sólo podía haber malvados individuos dispuestos a
desvalijarnos con sus navajas.
En
eso quizá algo de razón llevaban. El parque del Ebro era un solar a esas horas
donde tan sólo tres clubes de atletismo en manada pastábamos y alguna, muy rara vez, avistábamos a algún corredor
suelto. Pero como con la frecuencia de encontrarse un Ferrari por la calle.
No
ha pasado tanto tiempo, pero hoy recuerdo aquello como quién ve un capítulo de
Cuentame.
Uno que se pone a las 7:30 a correr
y…las orillas del Ebro parecen un encierro de los Sanfermines ¡no hay parques
para todos! Te encuentras un abuelo de 75años trotando, al multitudinario grupo
de Beer Runners que se cuidan de buena forma corriendo y birreando, gente
corriendo con su perro, niños enfervorizados los atletas de club que también
siguen corriendo por supuesta y…¡embarazadas!¡discapacitados!Personas de toda clase y condición que han elevado
el censo de población “activa” a infinito.
También en las calles se nota un aumento espectacular del tráfico ciclista.
¿La crisis? Seguramente algo tenga que ver, pero los neobikers, entre los que
están algunos de mis antiguos compañeros de atletismo, parecen estar muy
contentos con lo fácil que se aparca y el poco tiempo que necesitan ahora para
sus desplazamientos. Incluso hay quién se va de cañas con su burra a cuestas,
un método muy eficaz para evitar los temidos controles.
Esta
imagen, tan extraña hace pocos años, se ha hecho habitual en todas las ciudades españolas
A veces se peca un poco de
tremendismo, diciendo que la sociedad cada vez va a peor, y no niego que en
algunas cosas hemos involucionado pero saquemos
un poco de brillo a los aciertos ¿no? Ojalá en esto nos consolidemos y en
Logroño como en otros lugares sigan descubriendo los beneficios de practicar
deporte a cualquier nivel,
Os contaba la semana pasada que
posiblemente me embarcara en participar en un evento único por sus características y por suerte se ha confirmado.
El penal del Dueso, situado en
Cantabria, organiza un duatlón en el
que tomarán parte también algunos reclusos. Es por esto, que la participación según
nos han explicado, será muy restringida y hemos tenido suerte los pocos que
hemos podido inscribirnos. Serán 3.5km corriendo,11en bici de montaña y otros
2.5km pateando.
El
penal del Dueso se situa en un entorno espectacular
Habrá
dos categorías: individual y relevos y me he inscrito en la segunda junto a
mi amigo Eneko García, ciclista del Ciudad de Oviedo. El se encargará de surcar
los caminos con la bicicleta de ruedas gordas mientras que yo intentaré ser un
antílope a la carrera, aunque imagino que con las máquinas que hay inscritas,
quedaré retratado mas bien como unos de los caracoles que pueblan los verdes
pastos montañeses.
Según los organizadores la prueba se
realizará en el patio de la cárcel, cosa que me sorprende mucho dada la
distancia a recorrer. Igual surgen remotas opciones de alzarse con el triunfo
si el mareo del resto de participantes alcanza niveles insospechados…jaja. La
semana que viene os cuento.
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