EL MOTIN DEL DUESO
Mi compañero no
tarda en tomar la cabeza de la prueba e instintivamente paso de atleta a
vocero, a coro con los chicos de la prisión y el resto de espectadores.
Eneko va fuerte
pero el circuito de la bicicleta tiene su miga, con las bajadas embarradas y
resbaladizadas. Esto propicia que las muestras de amor de los participantes con
el suelo comiencen a aflorar…y que la
ventaja de mi amigo comience a disminuir con Lastra, que ya comanda la
prueba absoluta.
Lastra le acerca vuelta a vuelta y acaba por
pasarle…Eneko le adelanta en las subidas...pierde de nuevo la posición de
privilegio en la bajada…se está viviendo una bonita lucha entre ellos hasta que
en la 6ºvuelta se produce un
acontecimiento que marcaría el devenir de la prueba.
Se produce un pinchazo de Israel Lastra. Una
circunstancia triste para este deportista y también para nosotros, porque me
gustan las luchas el igualdad de condiciones. Creo que hacen más digna y bonita
una competición.
El
circuito de bicicleta como ya comenté en el anterior post, era muy corto, de
poco mas de 1km de longitud. En este
contexto, multitud de duatletas eran doblados por los primeros clasificados. Se
está produciendo una gran confusión y los jueces tienen dificultad para
controlar la carrera, aunque sería interesante por lo menos controlar la
situación de los que se están jugando los puestos de privilegio.
Eneko tampoco es ajeno a los problemas
mecánicos y tiene problemas con la cadena, que no le engrana bien por el
barro acumulado y pierde un tiempo precioso. En la penúltima de las vueltas que
tiene que dar al circuito le adelanta un
duatleta del Campoo que YA HA DOBLADO ANTERIORMENTE. Cual es mi sorpresa
cuando veo que este eventista se dirige a la zona de box en 1º posición para
afrontar ya el sector de carrera…Uno de los jueces ha visto el percal y
mosqueado le pregunta sino le queda otra vuelta que dar y el responde que no...El
arbitro le permite seguir pero le exhorta que luego harían sus cuentas.
Mi
compañero ha conseguido mantener holgadamente el primer puesto en la
clasificación del relevo, pero llega al box con minuto y medio perdido respecto
al “nuevo líder”. Me hago un poco de lio en la salida y casi me equivoco en la
entrada al circuito de atletismo, al que debemos dar 4 vueltas de 600metros
ahora…
Las
sensaciones son raras. Esto de correr después de parar…igual estoy diciendo una
barbaridad pero quizá me habría encontrado mejor habiendo realizado la bici también.
¡Ha costado bastante rearrancar el motor!
En ese sentido me ha venido fenomenal para
incrementarlo la incorporación del interno que nos vapuleó en el primer sector
justo cuando iniciaba mi segunda vuelta. Ahora el marchaba 2º en la carrera
absoluta y su ritmo lógicamente mermado por la travesía en bicicleta seguía
siendo vivo.
Me
siento bastante entero, parece que mi cuerpo esta tolerando los esfuerzos mejor
de lo que pensaba e incluso…me va a permitir realizar un pequeño rush final,
cosa que no pude hacer en San Adrián ni en Logroño.
En
la última vuelta incremento el ritmo notablemente y en la primera curva veo que
he conseguido hacer diferencias. Me acerco a marchas forzadas al “ganador” pese
que no me lo había planteado como objetivo. Pero la meta ya está ahí y no le
consigo dar alcance definitivamente.
Eneko
y yo celebramos el triunfo
conseguido en la prueba de relevos. Ha sido absolutamente inesperado y me ha hecho especial ilusión porque nunca había ganado una prueba en Cantabria.
Os diría que ojalá fuera la primera de muchas pero soy consciente de que será difícil,
muy difícil conseguir un triunfo cuando empiecen los duatlones “de verdad”.
La
reunión de los jueces se alarga y mucho. Suponemos que cerciorándose de que el
primero ha dado una vuelta de menos pero sorprendentemente… le otorgan la
victoria al duatleta del Campoo.
Mirad,
no me gusta ser malpensado pero algo me olía peor que las fábricas de Sniace… curiosamente el ganador individual de haberse producido la justa descalificación habría
sido un preso. Hay que decir que a pesar de lo loable de la iniciativa de
su participación, los reclusos tuvieron a su disposición con unas bicicletas de
quinta división, auténticos triciclos que multiplicaron el mérito del segundo
clasificado, quién a pesar de todo estuvo muy cerca de ganar “oficialmente”…así
que llegados a este punto ¿no será que podría
resultar un poco sonrojante su victoria?
Aun
con esta reflexión lanzada, dejo el
beneficio de la duda para el ganador en meta, Julián Macho y que es posible
que el mismo no fuera consciente de las vueltas que llevaba. De lo contrario el
primero en engañarse sería el mismo y en el deporte, de autoengañados tristemente
contamos con una buena lista.
El
carácter popular de esta prueba propició este caótico final pero es de alabar
la iniciativa y también es justo señalar la buena demarcación del circuito, así
como el ambiente y la cercanía que había entre los eventistas. Parece que es
cierto lo del buenrollismo que se respira en este mundillo. Después de esta
pequeña incursión ideal para abrir boca…¡estoy deseando de seguir comprobándolo!
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